Hola chicos y chicas hoy vamos a finalizar con el teatro y para esta última clase les propongo realizar una adaptación teatral de un cuento o fragmento de algún texto narrativo que hayan leído. Les mando muchos besos. 😘😘😘😘
Cae el telón
Para iniciar esta última semana sobre el teatro, les propongo que lean un fragmento de “Abran
cancha que aquí viene don Quijote de la Mancha”, una obra de la escritora argentina Adela Basch.
Tal vez reconozcan a los personajes que protagonizan la siguiente escena:
Presentador: —En su afán de luchar por la justicia don Quijote tiene alguna confusión, y en
el camino ve seres gigantescos que solo existen en su imaginación.
(Don Quijote y Sancho avanzan por el camino, el uno montado sobre Rocinante, el otro, sobre
su burro.)
Don Quijote: —Espero que se nos presente pronto alguna aventura. Tengo muchas ganas de
realizar grandes hazañas, y no me detendré ante ríos y montañas. [...] (De pronto se sobresal-
ta.) ¡Mirá, Sancho, ahí adelante! ¿No ves un grupo de enormes gigantes?
Sancho: —(Mira con atención hacia todos lados.) ¡No, señor, lo lamento, pero son molinos
de viento!
Don Quijote: —¡Pero Sancho! No te quedes ahí tan campante. ¡Por el tamaño de los brazos
se nota que son gigantes!
Sancho:—Discúlpeme si soy desconfiado, pero usted está equivocado.
Don Quijote: —¡Pero Sancho! No te quedes ahí tan pancho. Tal como te dije antes, esos que
están ahí son gigantes.
Sancho: —Perdóneme señor, pero eso es un error. Le diré lo que yo siento. Esos no son
gigantes, sino molinos de viento.
Don Quijote: —Por favor, dejate de pavadas, no sabés nada de nada. (Se dispone a embestir
a los molinos.) ¡Vamos, mi Rocinante, a vencer a los gigantes! ¡Ya van a ver esos atorrantes
quién es este caballero andante!
Sancho: —¡Don Quijote! ¡Espere un momento! ¿No ve que son molinos de viento?
(Don Quijote da algunas vueltas por el escenario, lanza en mano, y se abalanza sobre los
molinos, tratando de pelear.)
Sancho: —¡Pero qué atolondrado! No se da cuenta de que está equivocado. ¿Cómo no sabe
que en estos tiempos los gigantes existen solo en los cuentos? ¡Qué barbaridad! ¡Confunde
los cuentos con lo que pasa de verdad! Me parece que está un poco trastornado porque ha
leído demasiado.
(Se oye en off el sonido del viento. Las aspas de los molinos se mueven cada vez más veloz-
mente y don Quijote cae al suelo. Sancho corre en su ayuda.) ¿Vio, señor, que son molinos? No
son gigantes ni son enemigos.
Don Quijote: —Bueno, tal vez tengas razón. Puede haberme fallado la visión. Sin embargo,
tenemos que averiguar bien qué son, para salir de la confusión.
Basch, A. (1990), Abran cancha que aquí viene don Quijote de la Mancha, Buenos Aires, Colihue.
1. Ahora les pido que, en sus carpetas o cuadernos, escriban el título de la obra, el nombre de
la autora, y respondan las siguientes preguntas:
• ¿Cuántos actores se necesitan para poner en escena este fragmento?
• Si fueran las personas encargadas de la escenografía de la obra, ¿cómo resolverían el desafío
de que los personajes se desplacen en un caballo y en un burro? ¿Y cómo harían los molinos?
• Si tuvieran a su cargo la dirección de la obra, ¿qué indicaciones les darían a los actores para
encarnar a cada personaje?
El episodio de los molinos de viento es uno de los más famosos del libro El ingenioso hidalgo Don
Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra. Adela Basch transformó esa novela en una
obra de teatro. Es decir, hizo una adaptación teatral. En su adaptación no solo cambió el formato
—de narración a texto dramático— sino otros aspectos de la historia y del lenguaje. También le dio
un tono humorístico.
En el prólogo del libro, la autora cuenta lo siguiente:
Siempre, desde que era chica, me encantó que me contaran cuentos. [...]
Y a veces, de puro cariño que le tomaba a los personajes, les pedía que se quedaran un
tiempo a vivir conmigo, para poder seguir inventándoles otras vidas y otras historias. Y cada
cuento se transformaba así en muchísimos otros cuentos que no terminaban de contarse
nunca, porque siempre aparecía una nueva forma de seguir contándolos.
Hace un tiempo llegó a mis manos un libro que me contó la historia de un hombre flaco y
sorprendente que salió a recorrer el mundo. El libro me gustó muchísimo y [...] me dieron unas
ganas tremendas de ponerme a escribir yo también.
Basch, A. (1990), Abran cancha que aquí viene don Quijote de la Mancha, Buenos Aires, Colihue.
Manos a la obra
2. Les propongo que, como hizo Adela Basch, escriban en sus carpetas o cuadernos una adap-
tación teatral de un texto narrativo o fragmento de alguno que hayan leído. Para eso, sigan los siguientes pasos:
• Elijan el texto.
• Decidan si será una obra para actores o títeres.
• Escriban la acotación inicial. Recuerden que en ella deben dar las indicaciones sobre cómo se
verá el escenario cuando se levante el telón.
• Escriban el texto teatral, teniendo en cuenta lo que aprendieron sobre las características de
este género: en forma de diálogo, con parlamentos y acotaciones.
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